Una de las grandes ventajas de ser autónomo es que se inicia una aventura que puede llegar a ser increíblemente gratificante. No obstante, también implica una serie de riesgos que no se deben pasar por alto. Para que tengas una visión más amplia de lo que implica, hoy queremos profundizar en esta opción laboral y conocer todas las ventajas e inconvenientes de ser autónomo.
Índice
Ventajas de trabajar por cuenta propia
No tienes a nadie por encima
Quizás suene a cliché, pero es una realidad que en tu propio negocio, no habrá nadie que ocupe un puesto por encima de ti, por lo que todo el control y la responsabilidad recaerá sobre tu persona. Esto implica que es tu experiencia, tu visión y tu capacidad para tomar decisiones lo que marcará el rumbo que tome tu empresa.
Aunque parezca banal, es uno de los mayores beneficios de ser autónomo, puesto que nadie te dirá lo que debes hacer o de qué manera organizar tu trabajo. Por otra parte, tendrás la oportunidad de implicarte en cada aspecto de tu negocio, en lugar de centrarte únicamente en un área de trabajo.
Libre distribución del tiempo
Otro de los beneficios de ser autónomo más notables es el relativo a la gestión del tiempo a lo largo del día. Trabajar más de una jornada laboral a tiempo completo es habitual en la mayor parte de quienes han optado por esta vía laboral. Sin embargo, tienes cierta libertad para elegir tus horarios y, en función de cuál sea tu actividad, el lugar para trabajar.
La transformación digital está llegando a cada vez más sectores, y si tienes la opción de desarrollar tu negocio en este medio, podrás prescindir incluso del alquiler de un local y de grandes desembolsos en material, al poder realizar tu trabajo sin salir de casa.
Tu propio proyecto
Cuando se trabaja por cuenta ajena, no siempre existe una plena satisfacción con el puesto, ya que nos hemos acostumbrado a “trabajar en lo que se puede” o a conformarnos porque las cargas que tenemos son demasiado altas como para optar por un cambio radical.
Por el contrario, cuando alguien invierte en desarrollar su propio negocio, lo hará en una actividad que sea de su agrado. Dicho de otro modo, una de las ventajas de ser autónomo es que te dedicarás a algo que te gusta, por lo que la probabilidad de sentirse realizado es más alta.
Facilidades en el alta
Si comparamos las ventajas de ser autónomo con trabajar para una empresa desde el punto de vista de los trámites, es evidente que todo se simplifica si el departamento de recursos humanos hace las gestiones por nosotros.
Pero si comparamos esta opción con la de crear una sociedad, trabajar por cuenta propia es muy sencillo. El alta puede realizarse en dos días y solo es necesario disponer de un libro de contabilidad con tus facturas y bienes de inversión.
Acceso a ayudas
Tanto desde el Gobierno como desde las Comunidades Autónomas, se destina cada año una parte del presupuesto disponible a ayudas y planes que fomenten el emprendimiento. Si tu negocio se ajusta a los requisitos, puedes disponer de una subvención que te ayude a hacer frente a la inversión inicial.
Desgravar el IVA
Aunque una de las desventajas de ser autónomo es el elevado pago de impuestos, también hay otros beneficios, como desgravarse el 21% del IVA en determinados productos o servicios. Como por ejemplo, el material de oficina, el equipamiento informático o la gasolina. Todo depende de cuál sea tu actividad.
Inconvenientes de ser autónomo
Mayor carga de trabajo
Las ventajas de ser autónomo que mencionamos antes pueden ser un arma de doble filo. Ser tu propio jefe/a implica que todo el riesgo y la responsabilidad recae sobre ti. Por lo tanto, si tienes que acabar algún trabajo, necesitas más ingresos o hay algún problema que resolver, serás tú quien deba resolverlo.
De ahí que tan solo el 20% de las personas autónomas sean capaces de conciliar la vida profesional con la familiar. Y es que si algo es bien sabido por cualquier que trabaje por cuenta propia, es que se sabe la hora de comienzo de la jornada, pero no la de fin.
Alta implicación y riesgos
De nuevo, salvo que puedas permitirte contratar a alguien que se encargue por ti de la parte comercial, tendrás que dedicar tiempo a encontrar clientes y a desarrollar una relación de confianza con ellos. No todas las relaciones prosperarán, pero es imprescindible invertir horas en reuniones y en desplazamientos. A la larga, tiene sus frutos, sin embargo, el esfuerzo es elevado.
En lo que respecta a los riesgos, tal y como decíamos también en los puntos positivos, toda la responsabilidad te pertenece. En función de la actividad que desempeñes y de si, por ejemplo, cuentas con trabajadores a tu cargo, necesitarás contar con un seguro de responsabilidad civil.
Carga fiscal
Las cuotas para autónomos no parecen estar cerca de equipararse a las europeas. Los cambios que se proponen hacen que los ingresos extra que se puedan conseguir vayan acompañados de una carga fiscal excesivamente alta. En otras palabras, la inversión de tiempo y los impuestos que conlleva ese beneficio de más hacen que no sea rentable.
Prestación por baja laboral reducida
En el caso de las personas autónomas, ahora ya es posible acogerse a una baja laboral en caso de enfermedad. Sin embargo, el importe que se cobra está relacionado con la cotización. Puesto que la mayor parte cotiza por la base mínima en nuestro país, la cantidad a percibir por la prestación pública no llega a los 300€. Al ser tan baja, no permite cubrir las facturas ni los gastos mínimos.
Por este motivo, se recomienda la contratación de un seguro para autónomos que cubra la baja laboral. Con estos, se recibe una cantidad complementaria a la anterior que permite mantener el negocio a flote hasta que es posible retomarla.
Aunque no es obligatorio el seguro de responsabilidad civil para autónomos, ni tampoco el de la baja laboral, son recomendables para reducir la presión y la carga que los inconvenientes de trabajar por cuenta propia pueden causar. De este modo, podrás dedicar todo tu tiempo y tu atención a lo que verdaderamente importa, que es tu actividad.